Llega otro carnaval a la ciudad, lamentablemente quizás sea está la única gran fiesta que tiene Manzanillo en todo el año, pero es la popular, la que agrupa a todos y que todos disfrutan por igual.
Recuerdo de niño que había más escasez de recursos en el país y los carnavales se realizaban con mejor factura, paso el tiempo y me hice un joven y por cosas del destino, un año una excelente persona, un excelente amigo, padre, director e intelectual manzanillero llamado Dionicio Ponce Ruiz, quien por suerte o desgracia la vida lo llevó lejos del país, me invita a formar parte del equipo que realizaría la esperada "Gala de apertura del Carnaval".
Manzanillo una ciudad que dentro del país, marco pautas en un pasado dorado por la realización y producción de galas de carnaval, recordadas todavía por su fastuosidad, diseño, ingenio y creatividad, y que luego de muchos años se trató de rescatar nuevamente de la mano de nuevas figuras en el ámbito manzanillero.
Fue Dionisio, entre otros, quien en muchos momentos asumió tal responsabilidad y en una de esas oportunidades entré yo; siempre fui puntual año tras año en dichas galas, pero saber de repente que formas parte del equipo de producción es toda una responsabilidad, y lo asumí como tal, participé junto a otro colega y amigo, ambos formábamos un pequeño equipo dentro del grande y nuestra tarea era apoyar el espectáculo de forma visual. Trabajos estos que iban desde animaciones visuales, videos complementarios y spots, que apoyaban cada cuadro artístico dentro del espectáculo.
Fueron varios años seguidos, varias galas y fue espectacular en lo personal, esos trabajos formaron en mí una actitud de responsabilidad y creció mi amor por Manzanillo, porque sabía que lo que hacía lo hacía por y para Manzanillo.
Lamentablemente los últimos años las galas han perdido calidad, ya las cosas no son como antes y cada año que pasa recortan desde Bayamo el presupuesto, e intentan imponer reglas ajenas a nuestras tradiciones, pero espero que las nuevas generaciones sepan sostener ese testigo que ha quedado en la memoria de muchos y qué forma parte de nuestra cultura manzanillera.
Recuerdo de niño que había más escasez de recursos en el país y los carnavales se realizaban con mejor factura, paso el tiempo y me hice un joven y por cosas del destino, un año una excelente persona, un excelente amigo, padre, director e intelectual manzanillero llamado Dionicio Ponce Ruiz, quien por suerte o desgracia la vida lo llevó lejos del país, me invita a formar parte del equipo que realizaría la esperada "Gala de apertura del Carnaval".
Manzanillo una ciudad que dentro del país, marco pautas en un pasado dorado por la realización y producción de galas de carnaval, recordadas todavía por su fastuosidad, diseño, ingenio y creatividad, y que luego de muchos años se trató de rescatar nuevamente de la mano de nuevas figuras en el ámbito manzanillero.
Fue Dionisio, entre otros, quien en muchos momentos asumió tal responsabilidad y en una de esas oportunidades entré yo; siempre fui puntual año tras año en dichas galas, pero saber de repente que formas parte del equipo de producción es toda una responsabilidad, y lo asumí como tal, participé junto a otro colega y amigo, ambos formábamos un pequeño equipo dentro del grande y nuestra tarea era apoyar el espectáculo de forma visual. Trabajos estos que iban desde animaciones visuales, videos complementarios y spots, que apoyaban cada cuadro artístico dentro del espectáculo.
Fueron varios años seguidos, varias galas y fue espectacular en lo personal, esos trabajos formaron en mí una actitud de responsabilidad y creció mi amor por Manzanillo, porque sabía que lo que hacía lo hacía por y para Manzanillo.
Lamentablemente los últimos años las galas han perdido calidad, ya las cosas no son como antes y cada año que pasa recortan desde Bayamo el presupuesto, e intentan imponer reglas ajenas a nuestras tradiciones, pero espero que las nuevas generaciones sepan sostener ese testigo que ha quedado en la memoria de muchos y qué forma parte de nuestra cultura manzanillera.
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