3 de agosto de 2018

La oportunidad que se desvanece

Vuelvo nuevamente a escribir de lo mismo, diría que llueve sobre lo mojado, pero no queda de otra callarse es peor que no hacer nada. Recuerdan que a principio de año hablé del tema de  las obras previstas en saludo al 150 aniversario del inicio de las luchas independentistas en La Demajagua, en aquel momento advertí desde este mismo espacio, el atraso que en esas primeras semanas del año ya existía, pues bien a pocas semanas del acontecimiento el atraso es peor.

Lo peor que sucederá ya lo conocemos de ante mano, el final maratónico que tendrá tal retraso constructivo en las obras proyectadas, las cuales seguro a las pocas semanas de inaugurada evidenciaran el mal trabajo y la chapucería, el problema radica en el mismo tema de siempre el monopolio dominante desde Bayamo.

Se supone que una fecha tan importante para los cubanos y en especial para los manzanilleros, deberían contar con un apoyo fuerte y palpable de los dirigentes del partido y del gobierno en la provincia de Granma, que en ocasiones dejan las cosas a manos de los dirigentes manzanilleros que no cuentan con los recursos ni la autonomía suficiente para la toma de decisiones, a esto súmele la maldita centralización sobre la que Bayamo ejerce su poderío en el territorio, como capital de una ficticia provincia.

Si querían un cambio, un renacer, un impulso para Manzanillo déjenme decirles que no está sucediendo, la ciudad sigue sumida en el abandono gubernamental y espiritual, hemos quedado como un barco a la deriva, digo más es casi un tema de conspiración contra Manzanillo, a veces pienso que es algo o alguien o algunos que no quieren vernos prosperar.

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