La Calle G

Antes que nada decir que esta calle no se encuentra en mi ciudad, se ubica en la capital de todos los cubanos La Habana, concretamente su verdadero nombre es Avenida de los Presidentes pero todos la conocemos simplemente como Calle G.

No conocía de ella ni de todo el movimiento urbano que allí se desarrolla, de hecho fue mucho tiempo después de conocerla que comprendí realmente todo lo que sucedía allí, la primera vez que fui a La Habana estuve en ella pero en aquel entonces fue solo una pasada y solo eso, unos años más tarde marché al servicio militar y entre otras cosas tuve tiempo de pasear y conocer mejor a La Habana, en esos paseos me fui directo a la Calle G, esa vez fue por una feria del libro esa primera vez estuve de día recorriendo a G lo primero que me llamó la atención fue el ambiente rockero que reinaba allí y claro está me impresionó mucho, luego estuve en otras ocasiones pero entre ellas la que considero más importante fue en la Noche de los Libros en el 2008 exactamente el viernes 4 de Julio, esa noche pase mucho trabajo para irme de la unidad y llegar hasta halla, el tramo era bastante largo y tenía que apurarme en coger varios ómnibus, la intención era participar en ese festival pues soy adicto a todos esos tipos de eventos, llegué y busqué a otros amigos que habíamos quedado en vernos en La Rampa (Avenida 23 en el Vedado capitalino) de allí nos fuimos para un área de navegación en internet vía wifi habilitado gratuitamente, navegamos un poco en internet leyendo entre otras cosas noticias de nuestra ciudad (estábamos bastante lejos), de ahí fuimos directo a G esa noche G estaba como nunca llena de todo tipo de tribus urbanas: emos, frikis, mickys, repas, rockers, etc, esto causó un gran impacto en mi porque pensaba que toda Cuba era lo mismo es decir que desconocía el auge de estos movimientos sociales. Para resumir la pase genial, retorné a la unidad de madrugada, cansado pero con una mente cambiada.

Mucho tiempo después fue que supe realmente todo lo relativo a las tribus urbanas y ya en aquel momento comenzaba el cambio que había anunciado en mi, fueron los días en que fue naciendo una nueva personalidad en mi, muchas cosas contribuyeron, muchos amigos que ya no están, todos con un pedacito pero de todos ellos aprendí algo, incluso de la Calle G.

Ese movimiento en G se ha ido extendiendo por todo el país, tomando auge en otras ciudades como Holguín, Santa Clara, Bayamo, por supuesto cada una con sus características propias, incluso a comenzado a penetrar lentamente en mi propia ciudad, cada una de estas ciudades acoge en diferentes parques o avenidas los jóvenes, en la mía pues de noche vamos muchos jóvenes para el malecón a orillas del mar a conversar de lo que típicamente se habla en la Calle G, de nuestros problemas, la vida, música y cuantas boberías pasen por nuestras mentes.

Hace unos cuantos meses atrás pude ver un par de documentales realizados por estudiantes del ISA (Instituto Superior de Arte) donde hacen un recorrido por la Calle G, recogen opiniones y entrevistas a diferentes jóvenes de la capital sobre G, me impresionó mucho, recuerdo que uno de ellos expresó “que venimos a la Calle G, para encontrarnos con amigos que no vemos en una semana, en un mes, para saludarnos, compartir nuestros problemas” entre otras cosas, también entrevistan a emos, punk-rockers todos con sus respectivas valoraciones. El movimiento en G es tan grande que cierto día leyendo perfiles de usuarios en uno de los foros cubanos en los que estoy registrado leí que su mayor sueño era ir y conocer a la Calle G eso fue en el perfil de un chico de la ciudad de Ciego de Ávila.

Lo importante de todo esto es que tenemos un lugar a donde ir, sin pagar, sin prohibiciones, un lugar de jóvenes que hemos hecho nuestro, sea en La Habana, Holguín o Manzanillo, en cada uno tenemos ese pedacito, y ojala el movimiento se haga más fuerte en las ciudades del interior del país, que cada una de oportunidad a sus jóvenes chicos y chicas para que tomen una parte de sus ciudades y la hagan suya, un lugar a donde ir cuando no tengan dinero, un lugar en donde verse, en donde conversar cualquier día de la semana.