15 de marzo de 2013

La demolición del Hotel Inglaterra

Este es un post especialmente para todos aquellos manzanilleros que se encuentran lejos de su ciudad, para todos ellos esta información.

Para nadie es un secreto el gran deterioro existente en el centro histórico de Manzanillo y claro está, también se extiende al resto de la ciudad, pero me referiré primeramente al centro histórico, desde hace muchos años ya ha comenzado la destrucción de una ciudad, la mía, una destrucción que no solo va en lo físico y palpable sino también en lo espiritual e imaginario. Este proceso ha venido consumiendo las principales edificaciones de la gran y hermosa arquitectura manzanillera, que va desde lo ecléctico a lo neoclásico, pasando por el art-decó, influencia árabe, el barroco y la modernidad de los años 50, a esto se suma también el espantoso concepto arquitectónico de las edificaciones Sandino que impusieron en los años 60 y 70 del pasado siglo.

En las dos últimas décadas la ciudad perdió algunas de sus áreas verdes como el pequeño parque de descanso en la calle Merchán, que luego fue reconvertido en patio de la UNEAC, otro importante espacio verde es el parque Vallespín en cuyo centro se hallaba el único árbol Manzanillo con cuyo nombre se bautizó a la ciudad, hoy este árbol no existe, se extinguió sin que hubiera la voluntad política o gubernamental de rescatarlo y plantar en su lugar un nuevo ejemplar. De nuestro parque central "Carlos Manuel de Céspedes" mejor ni hablar, es penoso lo que le está sucediendo, primero el controvertido podaje de sus árboles por otros aún más dañinos y recientemente el proyecto de reanimación que ya lleva casi 2 años sin avances y que solo a profundizado aún más el gran deterioro del parque y sus alrededores.

Importantes edificaciones históricas de la ciudad como los edificios Boffil, Caymari, Cabaret Rojo, etc están igualmente sumidos en un deterioro sin luces para su rescate, el mismo es tan alto que va a ser muy imposible pensar en que habrá una disposición para reconstruirlos.

Finalmente llego al punto al que quería llegar: los hoteles Inglaterra y Casablanca, ambos muy reconocidos en el pasado e insignias de la cultura y la hotelería en la ciudad, el primero de ellos cerró hace muchos años atrás cuando era aún muy pequeño. En sus espacios yermos comenzaron a vivir personas de muy bajos recursos debido al gran problema de la vivienda, su desplome ocurrió primero en el comedor, luego el patio colonial, la segunda planta hasta que finalmente se decidió clausurarlo para siempre y sacar a las personas que ilegalmente habían vivido por algún tiempo en sus ruinas.

Se comenta entre los manzanilleros que existió en un momento una iniciativa por parte de la Asociación Culinaria de Cuba de un proyecto para su rescate y reconstrucción, pero no había presupuesto, luego en otra ocasión la Empresa de Gastronomía no aprobó administrarlo en caso de su rescate y finalmente la papa caliente cayo en el vació. Lo que conllevó a la drástica decisión de demolerlo finalmente tras casi un siglo de existencia.

Como saben estoy viviendo en Bayamo puesto que me casé con una bayamesa y el amor es así y que conste no es traición, amó mucho a mi ciudad de Manzanillo y este post es una muestra de amor, siempre he luchado mucho por mi terruño desde mi posición.

Hacia casi un mes que no venía a Manzanillo, la última vez que estuve en la ciudad ya habían comenzado la demolición del hotel, en ese entonces pensé que demolerían los interiores dejando intacta la fachada como respeto a su pasado, pero en estos días que regreso me di cuenta que no les importó nada, simplemente demolieron todo lo que existía y ahora en su lugar pretenden construir un edificio multifamiliar para las personas que "no tienen casa".

Durante casi 30 años la ciudad no ha crecido en lo absoluto, era preferible que construyeran ese edificio que seguramente tendrá 3 o 4 plantas al sur de la ciudad, halla hay tierra para ello no en el centro de una ciudad con una arquitectura como Manzanillo, si tanto se habla hoy en día de los "proyectos de iniciativa local" debieron haber pensado en un proyecto para el rescate y puesta en marcha de este hotel insignia, un proyecto que pudiera generar divisas para el desarrollo de la ciudad como se está haciendo en otras ciudades como Camagüey o Trinidad.

Esta misma historia se repetirá en muy breve tiempo con el Hotel Casablanca otros de los grandes en Manzanillo, ahí de igual manera demolerán y construirán algo nuevo y desconocido. De esta manera ya podemos ver que de aquí a 20 años no tendremos nada de lo que sentirnos orgullosos. Contamos con una oficina de Patrimonio que puede dirigir la conservación del centro histórico pero a la misma no se le ha prestado el interés ni los recursos necesarios para iniciar tan importante labor, contamos con intelectuales que pueden llevar a cabo la concienciación de las masas en cuanto a este tema, muestra de ello son las decenas de diálogos televisivos sobre esta situación en el canal de televisión local. Pero al final nos damos cuenta que a nadie le importa la situación del manzanillero, ni le duele nuestro dolor en lo absoluto, muchos se han resignado a cruzarse de brazos y aceptar la idea del deterioro, hay otros que seguimos luchando.



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1 comentario:

Anónimo dijo...

no sabe cuanto me duele esto amigo, yo defiendo mi ciudad a muerte, pero nada podemos hacer.