El capítulo de los idiomas

Durante las últimas semanas no he tenido tiempo de actualizar el blog, he tenido que estudiar para los exámenes finales de Francés e Ingles, en francés finalmente luego de dos años concluyo el curso que me ha facilitado conocer una nueva lengua y su cultura, recuerdo que no me gustaba el francés y ahora pues ha llegado para quedarse, he terminado un largo período de superación cultura y profesional, pero el camino continua no es el fin.

En los meses venideros profundizaré aún más mis estudios de francés para poder presentarme a los exámenes que auspicia la Alianza Francesa en mi país, con el objetivo de alcanzar algún título internacional en esa lengua.

Respecto al inglés esa era una tarea inconclusa que había quedado algo atrasada, debía haber terminado el curso en el 2007, pero lamentablemente cuando iniciaba el cuarto nivel en esa lengua tuve que marchar hacia el servicio militar por lo que ahora cerraré ese ciclo también.

Así que entre el inglés y el francés, me quedan todavía algunas neuronas pidiéndome a gritos que le de paso al italiano, idea esta que espero materializar en este verano que ya acerca su rostro.

Please, please help me

Me pregunto: ¿Qué sentido tiene? Nos preguntamos: ¿qué sentido tiene?,... ahora me pregunto ¿en qué piensas?

En este "bamboleo frenético" pasa la vida ante nuestros ojos; nosotros sin hacer prácticamente nada, cobramos la culpa dejada por generaciones pasadas. Que sentido tiene, buscar en lo profundo de nuestras almas la respuesta... si se nos presenta la solución ¡¡¡NO TENEMOS DERECHOS!!!.

Nos hemos convertido en la generación perdida de la cadena evolutiva, en esta isla que nos va consumiendo. ¿Qué hemos hecho? Tan solo recorrer el duro camino de la ignorancia, conformándonos con dulces palabras esperanzadoras.

¿Qué esperamos? Una cosa tengo cierta no me sentaré a esperar a los "bárbaros" no me vestiré de rojo, simplemente para aplaudir la ignominia de algunos; lucharé hasta el cansancio.

Porque me he dado cuenta que estamos navegando en el limbo. Se acercan los 30, se termina una etapa y siento que mi cuerpo ha cambiado, y la manera de pensar se ha liberado de las cadenas de la decadencia.

Ya no es el momento de tener miedo, de esconderse tras viejos valores inculcados, inconclusa tarea de titanes. Nos esperan, momentos luminosos. Mientras tanto veo el sol cada mañana, teniendo por seguro que alguien me escuchará y me dará la razón, por sobre todas las cosas. Ya es la hora máxima.

¡PLEASE, PLEASE, HELP ME!

PD: Tomado del foro TV-Camagüey (Cuba) bajo el consentimiento de su autora Lisa.

Comprendiendo el Adiós...

El adiós es un sentimiento que siempre ha estado presente en nuestra corta e injusta vida.

Es una alusión al romanticismo, nostálgica, versátil, cruel, despiadada, melancólica, vengativa... pero por encima de todo, es humana, porque el vivir encierra al encuentro y despedida de otras vidas pasadas.

Insignificantes adioses se pronuncian a menudo cada día, pero solo decimos realmente adiós pocas veces en la vida. Un adiós definitivo de los que hieren al romper con una historia, con un sueño, esos que despiden para siempre, son infrecuentes. Adiós es una palabra muy antigua, derivada de la expresión arcana "a Dios seas" o "con Dios te encargo" y que cuesta tanto decirlo sin importar el idioma que se trate...

El adiós es una simple idea metafórica, una alusión común, y muy usada en el cine y la literatura; tan versátil o tan nostálgica como cruel... o tan melancólica como vengativa. Pero más aun, y por encima de todo, es profundamente humana, porque vivimos este mundo con un constante encuentro, pero sin dejar de sufrir irremediables despedidas.

Tarde o temprano lamentablemente, debemos decirle adiós a trozos de nuestra existencia; a la corta infancia, al viejo trabajo, quizá a una ciudad, a unos amigos, a la casa donde nacimos... Estas fracturas y cambios son dolorosos, pero sin embargo siempre traen consigo el recambio, porque si algo se pierde, un nuevo elemento lo reemplaza; otra ciudad, otra gente, otra actividad, otras labores... por eso, seguramente, sean más conmovedores que dolorosas las despedidas.

Existe, sin embargo, un adiós único, sin sustitución, huérfano de la ausencia que no deja sino vacíos. Momentos esenciales que mezclan despedida y valoración al mismo tiempo, porque suele ocurrir que sólo cuando algo se nos va para siempre es cuando se empieza a querer. ¡Cuánto daño hacen estos adioses!!! Pero más daño aún si llegan inesperada o sorpresivamente, y todavía más si no son correspondidos, porque dos no discuten si uno no quiere; pero en el adiós definitivo esto no se aplica, algo se rompe simplemente porque uno de los dos quiere, aunque el otro jamás lo desee.

Con o sin recambio hay que saber pronunciar ese adiós, y hay quien no acepta esa evidente y definitiva ruptura, quien anhela conservar todo lo que alguna vez fue suyo, quien se aferra desesperadamente a llevar en una mochila vital todo lo que se cruzó en su camino, sin importar si fue perfecto o simplemente lo hizo feliz por unos instantes. Ciertas personas guardamos esos objetos más allá de su valor e incluso de nuestra accesibilidad; cuando la mente, el espacio y la vida sean cruelmente limitados pro lo inalcanzable, y existe implacablemente, una censura por saturación: Romper, desprenderse y olvidar, no es siempre malo...

Pronunciar un digno adiós es lo más razonable cuando se despide lo que hiere, el adiós es certero si se brinda al analfabetismo, a las enfermedades, a un matrimonio devastador... Ojala la ciencia despida, en un día no tan lejano, otras amenazas cabales; y los políticos inmaculados digan como escribió alguna vez Hemingway, "adiós a las armas".

Mientras tanto, los muchos de ustedes que han sentido la herida que deja un beso o una breve carta de despedida, han de imaginar que las cicatrices de un adiós también nos enseñan a vivir...

PD: Tomado del foro TV-Camagüey (Cuba) bajo el consentimiento de su autor Vale 13.

Memorias e instantes…

Cada vez que despiertes y sientas que tu mundo se hunde, hay algo que te dice que no tienes que tener duda y ser fuerte, porque siempre habrá alguien que te diga que hacer o te escoltará en esos momentos... Miras al espejo y te das cuentas de todas esas veces que pudiste hacer algo para arreglar tus errores pero no lo hiciste, por eso sigues atormentado con la idea de que no sirves para nada y con ese recuerdo en tu mente...

Te duele reconocer lo que hiciste, pero si quieres ser feliz tienes que reconocerlo, aunque sea muy doloroso... debes tener en tu mente que eres una persona como cualquier otra, sin importarte lo que te digan o piensen de ti...

Tienes que ignorar cada palabra mala que te dicen, tratar de no cometer los mismos errores y si tienes a alguien con quien eres feliz ahora, no la lastimes... dale todo lo que tienes sin importar si te duele lo que te haga... ama y deja ser amado, no la ignores y vive cada momento con ella, como si fuera el último…

No permitas que tu pasado se interponga en tu presente y aprende de lo que haces y como... no repitas lo que haría perderlo todo... al contrario has lo posible por mantenerlo... siempre...

PD: Tomado del foro TV-Camagüey (Cuba) bajo el consentimiento de su autor RoMaNtIkO.

¿Crisis existencial?

Acabo de borrar el post que debía haber publicado, pero no tenía ganas de volver a lo mismo, al hecho de seguir compartiendo los mismos sentimientos de otras tantas veces, he tenido unas semanas muy cargadas de trabajo, haciendo constar que aún sigo cargando mi condición de desempleado, pero bueno he estado inmenso en varios proyectos extras entre ellos: el diseño de una base de datos, el diseño de un sitio web para un proyecto que debe presentar mi novia en su trabajo y ahora en estos momentos estoy participando al margen del programa por las celebraciones del 220 aniversario de la fundación de mi ciudad.

Me estoy dando cuenta de lo inconforme que soy conmigo, con la vida y creo que hasta con Dios, a veces siento que no voy a poder cambiar esa condición, ¿acaso tendré que cargarla hasta que muera?, es cierto que he sido una de las personas que más consejos ha recibido de su familia y amigos y hasta de desconocidos, pero al final todo lo tiró por el inodoro.

Existe una carga bastante pesada de culpas, remordimientos, insatisfacciones y frustraciones que no logro quitarme de encima, a pesar de los lindos momentos que he tenido en este año con mi novia, no logro arrancarlos de mi, supongo que es una de las crisis existenciales de esta edad, aunque tampoco nadie me dijo que tendría que soportarlas.