El pasado viernes tras cumplir casi 6 años como trabajador fui despedido, un despido del cual fui su único responsable, hace tan solo unos pocos post traté de explicar lo que por esos días acontecía en mi vida profesional y que llegó a su final, sin darme cuenta del resultado que traería, envíe un documento a través del correo electrónico de mi trabajo violando ciertas reglas pre-establecidas.
Tras un escabroso "análisis" finalmente escuché la medida aprobada: mi separación. Los días jueves, viernes y sábado de la pasada semana fueron muy difíciles para mí, en los que no dejaron de pasar "malas ideas" por mi cabeza, había pasado el tsunami de acontecimientos y el mar aún se encontraba turbio.
Finalmente las aguas retornaron a su lugar, he tomado las cosas con más calma, me di cuenta que no es el fin todavía, que estoy vivo, que sigo respirando bajo el cielo azul.
Entonces recordé aquel famoso discurso ofrecido en la Universidad de Stanford el 12 de Junio del 2005 por el fallecido y expresidente de Apple Steve Jobs, un discurso que me ha marcado profundamente y me ha dado muchas fuerzas para seguir adelante a pesar de las pruebas que la vida nos pueda poner en el camino.
Steve fue despedido de su propia compañía a la edad de 30 años, fue muy devastador para el, supongo que se halla sentido de igual forma a como me sentí yo al ser despedido, o incluso más, pero lo cierto es que no se quedo de brazos esperando sino que tomó un respiro y siguió su grandiosa carrera que unos años más tarde lo traería de vuelta a su propia compañía para sacarla de la quiebra y convertirla en lo que es hoy en día.
En ese discurso Steve también nos habló de la "conexión de los puntos", cuando nos encontramos en situaciones como por la que estoy pasando, creemos que el mundo se nos viene encima, lo vemos todo gris, nos deprimimos, pero incluso tales situaciones pueden beneficiarnos en el futuro, he ahí la importancia de confiar plenamente en que los puntos se conectarán de un modo u otro en el futuro y esa propia confianza es la que me ha impulsado en confiar en mi corazón, confiar en que esta fue la manera que encontró Dios de hacerme las cosas mejores.
No se que sucederá de ahora en lo adelante, no si se estaré días, semanas o meses sin trabajo, ahora no lo sé, pero quizás cuando los puntos se unan y reflexione al respecto en un futuro, pueda darme cuenta de que ha sido lo mejor que me halla pasado en la vida.
Steve Jobs también expresó y cito:
"En ocasiones la vida te da en la cabeza con un ladrillo. No perdáis la fe. Estoy convencido que lo único que me mantuvo en marcha fue mi amor por lo que hacía. Tenéis que encontrar qué es lo que amáis. Y esto vale tanto para vuestro trabajo como para vuestros amantes".
"Su tiempo tiene límite, así que no lo pierdan viviendo la vida de otra persona. No se dejen atrapar por dogmas – es decir, vivir con los resultados del pensamiento de otras personas. No permitan que el ruido de las opiniones ajenas silencie su propia voz interior. Y más importante todavía: tengan el valor de seguir su corazón e intuición, que de alguna manera ya saben lo que realmente quieren llegar a ser. Todo lo demás es secundario".
"Seguid hambrientos. Seguid alocados. Siempre he deseado eso para mí. Y ahora, cuando se gradúan para empezar de nuevo, es lo que deseo para ustedes: ¡Seguid hambrientos. Seguid alocados!".
La vida me golpeó fuerte, cometí un error, todos tenemos derecho a equivocarnos, aún soy joven, me queda un camino todavía a seguir, pero no dejaré abatirme esta vez, "seguiré hambriento", "seguiré alocado".
Tras un escabroso "análisis" finalmente escuché la medida aprobada: mi separación. Los días jueves, viernes y sábado de la pasada semana fueron muy difíciles para mí, en los que no dejaron de pasar "malas ideas" por mi cabeza, había pasado el tsunami de acontecimientos y el mar aún se encontraba turbio.
Finalmente las aguas retornaron a su lugar, he tomado las cosas con más calma, me di cuenta que no es el fin todavía, que estoy vivo, que sigo respirando bajo el cielo azul.
Entonces recordé aquel famoso discurso ofrecido en la Universidad de Stanford el 12 de Junio del 2005 por el fallecido y expresidente de Apple Steve Jobs, un discurso que me ha marcado profundamente y me ha dado muchas fuerzas para seguir adelante a pesar de las pruebas que la vida nos pueda poner en el camino.
Steve fue despedido de su propia compañía a la edad de 30 años, fue muy devastador para el, supongo que se halla sentido de igual forma a como me sentí yo al ser despedido, o incluso más, pero lo cierto es que no se quedo de brazos esperando sino que tomó un respiro y siguió su grandiosa carrera que unos años más tarde lo traería de vuelta a su propia compañía para sacarla de la quiebra y convertirla en lo que es hoy en día.
En ese discurso Steve también nos habló de la "conexión de los puntos", cuando nos encontramos en situaciones como por la que estoy pasando, creemos que el mundo se nos viene encima, lo vemos todo gris, nos deprimimos, pero incluso tales situaciones pueden beneficiarnos en el futuro, he ahí la importancia de confiar plenamente en que los puntos se conectarán de un modo u otro en el futuro y esa propia confianza es la que me ha impulsado en confiar en mi corazón, confiar en que esta fue la manera que encontró Dios de hacerme las cosas mejores.
No se que sucederá de ahora en lo adelante, no si se estaré días, semanas o meses sin trabajo, ahora no lo sé, pero quizás cuando los puntos se unan y reflexione al respecto en un futuro, pueda darme cuenta de que ha sido lo mejor que me halla pasado en la vida.
Steve Jobs también expresó y cito:
"En ocasiones la vida te da en la cabeza con un ladrillo. No perdáis la fe. Estoy convencido que lo único que me mantuvo en marcha fue mi amor por lo que hacía. Tenéis que encontrar qué es lo que amáis. Y esto vale tanto para vuestro trabajo como para vuestros amantes".
(…)
"Su tiempo tiene límite, así que no lo pierdan viviendo la vida de otra persona. No se dejen atrapar por dogmas – es decir, vivir con los resultados del pensamiento de otras personas. No permitan que el ruido de las opiniones ajenas silencie su propia voz interior. Y más importante todavía: tengan el valor de seguir su corazón e intuición, que de alguna manera ya saben lo que realmente quieren llegar a ser. Todo lo demás es secundario".
(…)
"Seguid hambrientos. Seguid alocados. Siempre he deseado eso para mí. Y ahora, cuando se gradúan para empezar de nuevo, es lo que deseo para ustedes: ¡Seguid hambrientos. Seguid alocados!".
La vida me golpeó fuerte, cometí un error, todos tenemos derecho a equivocarnos, aún soy joven, me queda un camino todavía a seguir, pero no dejaré abatirme esta vez, "seguiré hambriento", "seguiré alocado".
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