Mi amigo friki

Nos conocimos estando en la etapa de preparación militar al comienzo del servicio militar en La Habana, el nunca dijo que era friki, por aquel entonces tampoco me había declarado friki, pero hoy se que aunque nunca el ha dicho que es friki, en el fondo es todo lo que es.

Comenzamos la amistad muy rápido, y nos dimos cuenta de la gran compatibilidad existente entre ambos, lo mejor del comienzo fue cuando en las noches nos obligaban a ver el Noticiero de la Televisión Cubana, nosotros nos sentábamos bien atrás al fina de la fila para hablar de muchas cosas, y fue entre esas tantas cosas que cierta noche me comenzó a contar la historia de su primer amor, parecíamos 2 chicas chismeando, pero fue así, era la primera vez que sostenía un dialogo de ese tipo con alguien así, y no quería perder aquello que nunca había llegado a mi antes. Porque el es una de esas personas a las que tu dices ¿porque no estabas antes?.

Me contó aquella vez como se enamoró de Maida su primera novia y su gran amor, sus aventuras en el politécnico y yo conté también cosas, me habló de Avril Lavigne desconocida hasta ese momento y hoy no me puedo separar de ninguna de sus canciones, me habló de rock, de manga y anime, de StarCraft y yo solo aprendiendo, no quería imitarle, pero esas cosas me llamaban la atención era como si estuviese esperando escuchar esas cosas desconocidas para activar un mecanismo interno.

Los dos nos buscábamos nos habíamos dado cuenta que el resto, el resto no se comparaba con nosotros, el resto solo era la plebe y nosotros la nobleza, el resto no entendía nuestro lenguaje, era contagioso, tanto que se nos unieron unos cuantos más.

Nuestra amistad no ha muerto, solo que ha pasado a otro nivel, otro que no quisiera que hubiese cambiado, pero es así, me convertí en su huella, gracias Edwin por existir, gracias por ser mi gran amigo, por compartir el peso de la vida, gracias por todo, te lo agradezco.