10 de mayo de 2010

Hace mucho, mucho tiempo

Cuando era niño disfrutaba imaginar mundos llenos de fantasía y magia, creía que no solo en las películas podíamos volar lejos, bien lejos con la ayuda de la imaginación, creía que un día despertaría y entonces me encontraría en un mundo rodeado de hadas, magos, leyendas, tesoros por descubrir y enemigos que destruir.

El tiempo pasó entonces, y solo quedo el suspiro, me resistía a creer que aquellas cosas no pudieran tomar vida, así que ese impulso melancólico hizo que yo recreara ese propio mundo en mí y en los que me rodeaban.

Por aquel entonces existían muchos chiquillos en el barrio y por supuesto que tenía un par de amiguitos que los consideraba hermanitos para mi, juntos ellos y el resto de la muchachera nos escapábamos hacia un pequeño parque zoológico que quedaba muy cerca, aquel parque tenía frondosos árboles, el lugar perfecto para recrear los ambientes de Parque Jurásico, la Guerra de las Galaxias, la Amenaza de los Gobots y otras tantas series y películas; jugábamos también a ser los dioses griegos cada uno con un nombre, yo siempre había querido ser Poseidón, pasábamos largas horas jugando. Pero el tiempo pasaba y cada uno comenzaba a crecer y comenzar a pensar diferente, al punto que ya algunos veían esos momentos demasiados infantiles para su
época, yo me resistía una vez más a dejar esas cosas de lado.

Llegué a tener póster de un par de personajes de series animadas, un báculo como los magos de las historias y algunas otras cosas frikis, dentro de mí existía algo lleno de vida, me sentía único y diferente, más tarde idee un alfabeto estilo egipcio, y luego otro más renovado con sonido incluido, mi primer libreto escrito sobre mi primer noviazgo o lo que debía de haber sido, me distancie del resto de las personas solo porque veía que no era mi lugar, porque sentía que existía algo más pero no sabía que cosa era, y aún así estando solo sentía que algún día lo descubriría.

Hoy mucho tiempo después de aquellos años dorados que no volverán y que hoy miro con singular nostalgia, me siento completamente feliz y orgulloso de reconocer lo que soy, aunque la gente diga y hable, hoy me siento feliz de ser friki, porque aquellas cosas de niño y adolescente hicieron brotar los pensamientos que tengo hoy, porque ser friki no es demostrar que lo eres, es llevarlo con el corazón, es sentir y defender lo que te gusta, es llorar por tus personajes favoritos, es compartir esos bellos momentos contigo y con la vida.

4 comentarios:

julio dijo...

Sigues soñado igual que cuando eras niño, eso esta bien, lo triste es cuando te despiertas y ves la realidad que es tan diferente a tus sueños. Pero los sueños se pueden hacer realidad. Sigue soñado seras feliz

Damian dijo...

que bonito Delphos, mantener un espiritu joven tambien es lo mejor lo q podamos hacer

Delphos dijo...

Pues eso intento hacer vale que no puedo dejar pasar las cosas asi por asi, joven siempre aunque por fuera me este cayendo a pedazos como una ciudad en ruinas, y espero que mis sueños se hagan realidad, se que si y mas con su buena voluntad cargada de energia positiva, se que si.

Saludos

Alejandro Cuba Ruiz dijo...

Lo interesante de haber sido niño es que uno en cualquier momento puede volver echar la imaginación a volar.