9 de noviembre de 2008

Miedo, deseperación y falsas informaciones.

Mi ciudad es el punto rojo

Amigos, ayer una vez mas Cuba fue azotada por un huracán de categoría 4 en la escala Saffir-Simpson (de 5 niveles de intensidad), la trayectoria de este huracán afectaba seriamente la ciudad donde vivo, esta vez más cerca de lo previsto, mi familia decidió evacuarse en la casa de un vecino, ya que mi casa se encuentra en mal estado constructivo, como casi la totalidad de las viviendas en la Ciudad de Manzanillo, bueno el caso es que en horas de la tarde de ayer sábado 8 de Noviembre del 2008, llegaron a los frentes del ¨Café Serrano¨ los principales dirigentes del gobierno y el partido en la provincia de Granma, encabezados por Lázaro Expósito Canto, y varios dirigentes más, todo el vecindario salió a escuchar sus palabras, y el trato de hacerle comprender a las personas la necesidad de salvar sus vidas, pero en sus informaciones dijo cosas inciertas, como que el mar penetraría cerca de 5 ó 6 cuadras dentro de la ciudad, cubriendo todo el Centro Histórico, es decir toda la parte de la zona baja de la ciudad, que debían de subir a edificios de 3 y 4 plantas, pero no era así literalmente, el mar del Golfo de Guacanayabo no puede penetrar a la ciudad en esta zona, por el muro del malecón manzanillero y los complejos culturales que tienen poderosos muros de contención en esa zona, también dijo que el malecón sería borrado de la faz de la tierra, causando miedo y pánico entre los habitantes, la gente sintió mucho miedo.

Por otro lado, los 2 medios de prensa con que cuenta la ciudad la emisora de radio Radio Granma y el canal televisivo Golfovisión se pusieron a alarmar aun más a la población, que recordaran la imagen de la ciudad hoy pues mañana no existiría jamás, que el agua del mar por inundaciones penetraría a las avenidas Moncada, al paseo Martí, cubriendo gran parte de la ciudad, cosas falsas, que huyeran, la policía por ordenes de Expósito comenzó a desalojar a familias para salvar vidas, y que comenzarían a pegar multas al que no quisiera salir, pusieron ómnibus, yo y todos mis vecinos salimos bajo un fuerte aguacero, nos fuimos a un ómnibus hasta un centro de evacuación pero, al llegar me percate que no tenía condiciones para pasar el huracán y mi familia y yo nos fuimos más arriba a casa de otros familiares de nosotros.

Pero gracias a Dios una vez más en mi ciudad no ocurrió ni el más mínimo daño, mi ciudad está protegida por Dios, porque siempre que estamos amenazados nunca sucede nada, el huracán se desvió al oeste de la ciudad y no sufrimos más que una simple y pertinaz llovizna.

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