El
viernes salí de viaje al campo con mi hijo, fuimos a casa de mi abuela
en las afueras de Jiguaní, la verdad es que hacía prácticamente un año
que no veía a mi familia materna, así que mochila en la espalda y de
mano con mi pequeño emprendimos el viaje.
Realmente
la pasamos genial, el clima estupendo, es bueno salir de vez en cuando
de las ciudades y llenarnos nuestros pulmones de aire puro en el campo,
ese campo que en sus noches oscuras nos muestra un cielo totalmente
estrellado, sin la contaminación lumínica de las ciudades que nos impide
ver la inmensidad del cosmos.
Bueno
pues hoy regresamos a la cotidianidad semanal, aunque el lunes y a
pesar del cambio de horario, le echaré más ganas a la semana que recién
comienza, pues este viaje fue muy placentero, los invito a que hagan lo
mismo, es muy reconfortante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario