1 de julio de 2018

Salvar una ciudad

No me cansó y no me cansaré de hablar de Manzanillo, pues a fin de cuentas es la que considero la verdadera patria, en cada ocasión que regreso y veo el abandono y el olvido en el que se encuentra me da rabia y al mismo tiempo me envuelve un sentimiento inútil, pues no tenemos o no existen mecanismos que nos permitan como ciudadanos generar un cambio.

A pocos meses de cumplirse en tierras manzanilleras el 150 aniversario del inicio de nuestras luchas por la independencia, Manzanillo vive planes constructivos pero que en la práctica están atrasados por falta de materias primas y mano de obra, lo peor de todo y más doloroso es que en Bayamo ocurre todo lo contrario, pues en estos momentos han traído incluso de otras provincias como de Las Tunas mano de obra para la remodelación de algunas obras constructivas, que en algunos casos no necesitaban de tales reparaciones.

No entiendo como con algunas ciudades se ha podido y con otras no, para algunas incluso se han creado y/o proyectado planes turísticos como Gibara, Sagua la Grande, Trinidad, Remedios etc., todas ellas no son capitales de provincia y aún así están teniendo cambios positivos.


¿Hasta cuando la desdicha se apoderará de Manzanillo?

No hay comentarios: