Ayer fue domingo, típico como todos los otros: aburrido y triste, y a
pesar de ser el día en que todos descansamos tranquilos en casa, tuve
que ponerme a rabajar, resulta que estoy trabajando una vez más, para
una gala que se realizará el próximo 10 de octubre como cierre de la
semana de la cultura en la ciudad. Así que me dediqué toda la mañana a
adelantar el proyecto creativo.
Por la tarde había quedado con una amiga de terminar de instalarle las
aplicaciones en su PC, de regreso a casa unas grises nubes lo
cubrieron todo, había mucha calor y lo mejor era que cayera una gran
aguacero, ya no llueve mucho de tarde, generalmente en esta época del
año en mi ciudad los aguaceros caen de noche debido al clima marino,
así que apresuré el paso y llegue a mi casa, el tiempo fue avanzando y
casi sin avisar había comenzado a llover y como en todas las ocasiones
cuando llueve siempre me recuerdo de mi mamá, pues a ella le encanta
ese olor a tierra húmeda. Tuve unos deseos irresistibles de mojarme
bajo la lluvia. Habían pasados muchos años desde que había disfrutado
de un aguacero y recordando, recordé que la última vez había sido el
día antes de salir del servicio militar, así que no aguanté más la
tentación y me cambié de ropa, me puse un short y descalzo y sin
camisa salí a disfrutar de la lluvia.
Lo mejor de todo es que fue un aguacero tranquilo, de esos en los que
no hay ni viento ni relámpagos. En la calle habían más personas
mojándose, puesto que yo no era el único, tal parece que la gente
estaba esperando la ocasión para huir del calor de octubre. De los
techos y canales caían grandes chorros de agua, me metí en muchos de
ellos, luego me fui para el malecón, solo para ver la serenidad del
mar y más que eso, el mar parecía triste y deprimido, todo estaba gris
en el horizonte, solo los pequeños barcos meciéndose, tenía deseos de
haber compartido el momento con mi novia, de habernos dado unos
cuantos besos bajo la lluvia, pero lamentablemente ella no estaba
conmigo en ese momento, de pronto me encontré solo en medio de las
calles vacías y fue cuando regresé, no quería seguir caminando por ahí
en solitario.
Luego de secarme y ponerme ropa seca, encontré en una de las cajas en
las que guardo cosas, dos pequeños papeles doblados, contenían una
anotación que había escrito exactamente hace un año atrás,
coincidentemente el mismo 7 de octubre pero del pasado año, en el
escribí las dudas y miedos que tenía antes de formalizar mi relación
con mi novia, en ese entonces tuve miedo de todo, de no saber manejar
la relación, de haber hecho un papelazo, de sufrir en fin de todo,
pero hoy a un año de esa pequeña carta, puedo decir que estoy
cumpliendo con todo, que mi novia y yo estamos muy enamorados el uno
del otro, que todo ha ido bien, que no hemos tenido discusiones, que
nos hemos apoyado el uno del otro, y lo principal es que: sospecho que
estoy siendo feliz
----------------------------------------------------------------
This message was sent using IMP, the Internet Messaging Program.
--
Este mensaje le ha llegado mediante el servicio de correo electronico que ofrece Infomed para respaldar el cumplimiento de las misiones del Sistema Nacional de Salud. La persona que envia este correo asume el compromiso de usar el servicio a tales fines y cumplir con las regulaciones establecidas
Infomed: http://www.sld.cu/
Sucesión de Martíes
Hace 3 semanas