En la pasada noche quedaron oficialmente inaugurados los XXI Juegos Olímpicos de Invierno en la ciudad canadiense de Vancouver, marcados por la muerte de un atleta georgiano durante un entrenamiento, la ceremonia marcada por el luto y otro lamentable fallo en el encendido de la antorcha.
Tuve que conectarme a Internet ya que la Televisión Cubana en ninguno de sus 6 canales transmitió la vistosa ceremonia de inauguración, nuevamente Canadá vuelve a repetir los mismos iconos de ceremonias pasadas, nuevamente el homenaje a las tribus aborígenes, digo nuevamente porque ya en los Panamericanos de Winnipeg en el 99 se vio casi todo lo que en la pasado noche se transmitió, un guiño a la naturaleza marcada por el calentamiento global.
Y por último el gran fallo de la noche, en el momento de encender el poco vistoso pebetero conformado por 5 torres una de ellas no se elevó dejando en penumbras al público que ya se encontraba preocupado, el fantasma de estos errores volvió a aparecer.
Quedando bien claro para los directores de estas grandes ceremonias una cosa, nunca tratar de competir con su predecesora, nunca tratar de superar los pebeteros, creo que el caso de Atenas 2004 fue el mejor y más sencillo en cuanto a diseño, y jamás recrear las ceremonias bajo techo.
2 comentarios:
como te gusta eso de ver las inaguraciones ¿eh? ya habias hablado de otras antes
Pues Damian soy fans a eso, no dejo de perderme ninguna, es lo mejor que existe en el mundo.
Saludos
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